El VIH es una realidad en nuestra sociedad. Muchas personas la padecen y nuevos casos de infección ocurren cada día. La mayoría de estas personas llevan el hecho de ser seropositivas en silencio, ya que sigue siendo un tema tabú y controvertido debido a la ignorancia aún presente en pleno siglo XXI. Que el SIDA existe es un hecho. Sin embargo, hace mucho que el ser seropositivo no es sinónimo de muerte. Muy pocos llegan a desarrollar la enfermedad gracias al tratamiento a base de retrovirales que consigue 'dormir' el virus hasta hacerlo prácticamente imperceptible. Los seropositivos que se tratan llegan a ser indectables lo que significa que ya no pueden contagiar el virus al no poseer una carga viral suficiente que posibilite el contagio. De ahí la importancia de la prevención y el diagnóstico precoz para conseguir su erradicación.
Por otro lado, los seropositivos padecen el gran estigma social que supone ser portador del virus del VIH. El miedo y el desconocimiento de muchos aspectos de la enfermedad favorecen la Serofobia que no es más que el rechazo al colectivo seropositivo. Muchos piensan que solo es cosa de homosexuales y drogadictos cuando cualquiera puede padecerlo. El virus no entiende de adicciones ni de tendencias sexuales. Simplemente está.
Yo hoy os invito a comeros esta galleta que simboliza el miedo, los prejuicios, el rechazo y la ignorancia.
¡Acabemos con todo eso de un bocado!
Vídeo Receta
Como siempre por aquí abajo os dejo un video tutorial para que veáis cómo se hacen estas galletas tan solidarias y deliciosas.
Ya veis en la imagen el aspecto tan delicioso de estas Galletas con Mermelada. La receta está basada en otra receta que publiqué en el día de San Valentín. Pensé en ella para hacerlas usando unos cortadores un poco más concretos. No hace falta decir que podéis emplear los cortadores que tengáis por casa. Este lo conseguí en una tienda especializada ( lo cierto es que me costó encontrarlo ). Por aquí os dejo el link por si os interesa conseguirlo.
¡Comencemos con la receta!
Receta
Ingredientes
500 g de harina común todo uso
200 g de azúcar
150 g de mantequilla a temperatura ambiente
1 huevo
1 cucharada de esencia de vainilla
1 pizca de sal
Mermelada de fresa o frambuesa ( podéis usar la que más os guste )
Azúcar glas
PASOS
- Preparamos la masa. Comenzamos pulverizando el azúcar. Para ello la introducimos en el vaso y programamos 30 segundos a velocidad 10.
- Agregamos la mantequilla a temperatura ambiente y mezclamos programando 3 minutos a velocidad 3. Mientras tamizamos la harina y la pizca de sal con ayuda de un colador y reservamos.
- Añadimos por el bocal el huevo y la esencia de vainilla y dejamos que se integren hasta que acabe el programa.
- Activamos el Thermomix en velocidad 3 y vamos añadiendo la harina tamizada a cucharadas para que se integre poco a poco y no se formen grumos. Cuando acabemos, paramos y terminamos de integrar con la espátula.
- Trasladamos la masa a un bol, tapamos con papel film y llevamos a la nevera unos 15 minutos para que coja consistencia.
- Pasado ese tiempo, la sacamos y la dividimos en 2 partes iguales.
- Estiramos cada parte entre 2 hojas de papel de hornear procurando que queden de un grosor de unos 4 mm. Tened en cuenta que la galleta es doble, de manera que el grosor de cada parte debe ser mínimo para que no salgan unas galletas muy gruesas.
- Una vez estiradas, las ponemos encima de una bandeja y las llevamos a la nevera 30 minutos para que enfríe y no se deformen al usar los cortadores.
- Pasamos a la parte divertida. Usaremos dos cortadores. En mi caso empleé un cortador redondo de 12 cm de diámetro y el cortador en forma de lazo de unos 9 cm. Al ser un cortador grande tuve que usar un aro de mayor diámetro para que quedaran bien hermosas y bonitas. Como os digo en el vídeo y al comienzo del post, podéis emplear otros cortadores que tengáis por casa. Tan solo tened en cuenta que la medida de uno debe ser más o menos el doble que el otro. Por ejemplo, un aro de 6 cm de diámetro y un cortador en forma de corazón o de estrella de 3 cm. De esa manera, os quedarán bien bonitas.
- Comenzamos preparando las bases de las galletas. Usaremos el aro para hacerlas. Notaréis que la masa de las galletas está bastante firme de manera que no os costará trasladarlas a una bandeja de horno forrada con papel de hornear.
- Precalentamos el horno a 180º.
- Horneamos las galletas unos 10 minutos con calor arriba y abajo y sin ventilador.
- Una vez horneadas, colocamos la bandeja sobre una rejilla sin tocarlas ( ahora son muy frágiles y se pueden romper ) Pasados unos 10 minutos las pasamos a la rejilla para que terminen de enfriar.
- Hacemos las caras de las galletas. De la misma forma, usamos el cortador redondo para formarlas. Esta vez, usaremos el cortador en forma de lazo para cortar una sección en el centro de la galleta y que al hornearla se aprecie el detalle. Retiramos la masa con cuidado y horneamos de la misma manera.
- Dejamos enfriar sobre la rejilla. Una vez estén frías, las espolvoreamos con azúcar glas y las reservamos.
- Ya tenemos las bases y las caras. Procedemos al montaje. Cogemos la base de la galleta y untamos mermelada por la parte de abajo ( la más feíta ) Ponemos la cara encima y presionamos con cuidado. ¡Listo! Hacemos lo mismo con el resto y ya podemos disfrutarlas.
¿Qué os ha parecido? Ya veis que no tiene mucha dificultad y que la mayoría de los ingredientes los tenemos por casa. Como siempre os digo, complicaciones las justas. ¡Espero que os haya gustado mucho!
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¡Un saludo a todos, cocinillas!
❤️❤️❤️
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